Por Mauro
Libi Crestani. Un empresario debe tener en cuenta que en los tiempos de
crisis no se puede ni negar ni obviar el impacto de las dificultades en las
empresas. Los factores internos y externos del ámbito económica terminarán por
afectar el todo de manera directa o parcial.
Lo que se recomienda
es la previsión de la tesorería en los meses o años para garantizar el
funcionamiento de la empresa en circunstancias adversas. Las compañías deben
estar atentas al manejo riguroso de sus gastos e ingresos, de sus ventas y de
los movimientos del mercado.
En épocas de crisis
se requiere gestionar eficientemente las comunicaciones con el entorno:
clientes, proveedores, Administración, empleados y stakeholders. Hay que
informar sobre las evoluciones, ya que si se obvia el suministro de información
se puede crear una atmósfera negativa que a puede afectar directamente la
empresa. Hay que hacer énfasis en administrar los mensajes que se emiten tanto
al entorno interno como al externo, y dejar saber qué medidas se pueden
ejecutar para enfrentar cualquier acontecimiento que afecte a la organización.
Es importante además
ponderar los costes y los ingresos y hacer escenarios que permitan anticipar
situaciones de riesgo que puedan afectar la empresa. Si se conoce el escenario
anticipadamente se pueden crear soluciones de contingencia para cada caso en
particular.
Otro aspecto
importante es aprender a ajustar los gastos, revisar los presupuestos y
endeudamiento, y hacer que los programas se cumplan de manera estricta. Hay que
tener presente que el no cumpliento de los presupuestos pueden conllevar a
pérdidas importantes que podrían incluso derivar en el cierre de las empresas,
cuestión que obviamente debe ser evitada.
Si hay problemas de
caja debe trabajar en la mayor medida en encontrar financiamiento necesario o
refinanciamiento ya que mantenerse en el día a día es fundamental.
En tiempos de
incertidumbre muchas veces hay que revisar las decisiones que se tomaron anteriormente
y que funcionaban en un escenario diferente. Igualmente es recomendable revisar
los planes de negocios y cambiar algunos objetivos si es necesario.
La crisis provoca un
acelerado y continuo cambio en las pautas de comportamiento de los agentes que
intervienen en el mercado, esto obliga a estar permanentemente vigilantes a las
variaciones habidas en las ventas, y las reacciones de las empresas
competidoras. Cuanto más rápida sea la respuesta de la empresa frente a los
cambios del mercado, mejor se podrá planificar las estrategias que
permitan restablecer el negocio.
Una de las
recomendaciones más valiosas es no tomar decisiones apresuradas porque podrían
traer consecuencias perjudiciales para la empresa.
El empresario debe
seguir buscando nuevos nichos, nuevas alternativas para invertir y hacer
negocios y saber que las crisis son una fuente de oportunidades que son
aprovechadas por los más ingeniosos e innovadores, por esos que están
preparados para triunfar y saben a dónde van.
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