La innovación es una necesidad, es imperativa en todo negocio, empresa o emprendimiento.
La innovación dicta la pauta de desarrollo y crecimiento, pues
invita a la exploración de nuevos campos de acción que pueden brindar nuevo
impulso.
Innovar
lleva al estudio y análisis de las necesidades. Invita a ver todas las caras
del negocio, de los productos, de los servicios que se prestan para mejorarlos,
para desarrollarlos, para que atiendan nuevos segmentos y para solucionar
nuevos problemas.
La
innovación genera diferenciación del resto y eso atrae clientela.
A través
de la innovación se puede enfrentar el futuro.
Una
tendencia del ser humano es quedarse anclado en lo conocido, lo manejado, lo ya
explorado, lo que ya no ofrece más riesgos. Tal actitud en el mercado sólo
puede generar estancamiento, agotamiento.
Es precisó
invertir en lo nuevo, lo que mejora lo ya existente.
La
innovación involucra previsión.
Quien ve a
la innovación solamente como un sobrecosto no está viendo hacia adelante e
inexorablemente va a ser rebasado por quienes sí apuntan hacia el futuro.
Y es que
el mundo de hoy en el que la tecnología avanza a pasos agigantados, la
innovación es imperativa.
La
experiencia no puede ser para anclarse en el pasado y lo conocido, sino para
avanzar al desarrollo al crecimiento. La experiencia debe servir para predecir
lo que ha de venir y adelantarse a los acontecimientos, generar nuevos
productos o desarrollar los existentes para apropiarse del mercado, de los
nuevos nichos.
Contrario
a lo que se cree, la innovación es rentable, pues permite visualizar el mercado
del futuro y tomar la delantera con los nuevos productos y servicios.
La
innovación es una actitud que es imprescindible potenciar.
Hay que
traer el futuro a las empresas antes de que el futuro mismo llegue. Eso
garantiza más mercado y crecimiento.
Sigueme @maurolibi12
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