El trabajo
remoto es una tendencia que tomó gran relevancia en corto tiempo y hoy en día
es la modalidad que muchos usan para aumentar su productividad y tener más
tiempo para gozar de la familia y cumplir con las tareas personales.
Si el ir
diariamente a la oficina o empresa y tener que invertir demasiado tiempo en
viaje todos los días lo desgasta, si la relación de dependencia le incomoda, si
su trabajo le parece aburrido, si su labor le impide brindar a sus hijos la
atención que quiere o que estos necesitan, si sueña con ser dueño de su tiempo,
si el depender de un sueldo fijo lo limita en extremo, es posible que usted sea
un buen candidato para trabajar desde su propia casa.
Cumplir
con este deseo es hoy en día una gran posibilidad puesto que los adelantos
tecnológicos como el internet, una buena computadora, el teléfono, las
videocámaras, entre otros, así lo permiten. A ello, súmele que cada vez más
empresas se están sumando a esta modalidad de trabajo por el ahorro en costos
que la misma refleja en sus estados financieros.
Trabajar
desde casa le permite establecer sus horarios, fijar sus propios objetivos y
metas, desarrollar la estrategia que por años soñó implementar pero su jefe
nunca aceptó, además de que el hogar que ama le ofrece el ambiente en el que
siempre aspiró desempeñarse.
Obviamente,
también tiene sus exigencias que deberá ponderar, como la de que si será capaz
de generar la totalidad de los ingresos que necesita cada mes.
Por ello,
lo mejor sea que no se lance a lo profundo de una vez, sino que comience por
laborar desde su hogar en un tiempo parcial que le permita ir haciendo las
mediciones de rentabilidad, rendimiento, estabilidad y nivel de ingresos
que necesita establecer. Cuando ya tenga cuantificadas todas estas variables,
entonces tal vez ya sea el tiempo de cambiar en su totalidad.
Quien no
se arriesga no pasa el río, dice la sabiduría popular. No le tenga miedo al
fracaso. No es lo deseable, pero tener fallos iniciales no es razón para
desistir de la idea. Tal vez sólo requiere de redefinir objetivos y metas, así
como sus capacidades.
No se
desanime, pues el éxito muy probablemente está allí detrás de esos obstáculos
que le impiden avizorarlo.
Por
último, recuerde que una de las razones por las que dejó la oficina fue por el
tedió que le causaba su antigua labor. Así que por más estudios de mercado que
haya realizado para determinar cuáles son los negocios con más posibilidades de
triunfo, no haga nada que no le guste hacer. Su objeto de trabajo debe ser
amado por usted.
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