Por Mauro Libi Crestani. Parece increíble
que se den este tipo de relaciones en el siglo XXI, pero así es. Empresas que
maltratan a sus trabajadores y, a pesar de esto, son productivas. Se preguntan
estos empresarios, ¿para qué voy a cambiar mi dirección si me va bien?
Cierto,
algunos ni cuenta se dan de lo que hacen, no tienen conciencia de la erosión,
el desgaste y el daño psicológico que causan en quienes deberían ser tenidos
como sus principales colaboradores, es decir, los trabajadores. Pero lo cierto
es que lo hacen y causan mucho perjuicio.
Algunos
llegan a admitir que en momentos pasan por situaciones difíciles, pero lo
tienen como algo normal.
¡Qué
cuento es ese de la psicología positiva organizacional!
¡Pura
tontería!
Niegan la
ciencia y niegan el tener que aplicarla para corregir los errores de sus
organizaciones.
Y es que
“eso” del cambio —como ya lo hemos apuntado en otras ocasiones— es algo muy
complicado. La resistencia que existe a la transformación pasa por la negación
de los problemas.
Existe la
creencia de que inevitablemente el ambiente en las empresas tiene que ser
conflictivo, pues la realidad del entorno así lo impone, hay que vencer a la
competencia y eso sólo se logra apretando más el cinturón a los
empleados.
Así que
todo eso que digan los psicólogos no son más que pazguatadas. ¡Los trabajadores
siempre quieren más! Aquí lo que hay es que trabajar mucho y muy duro.
¿Cómo
cambiar esta visión?
Pues
haciéndole entender al empresario o emprendedor que la realidad actual impone
estas transformaciones si se quiere seguir montado en el tren de la producción.
De no hacerlo así, tarde o temprano vendrá la quiebra. O nos adaptamos y
seguimos o nos quedamos y perdemos.
La salud
de los trabajadores es la salud de la empresa, porque si bien producir dinero
es importante, los trabajadores son el motor que lo genera y, por tanto, debe
ser atendido como es debido. De no hacerlo vendrá el colapso. Mauro Libi Crestani
Es tonto
pensar que porque los trabajadores siguen resistiendo no pasa nada y están
encantados con su labor. Entienda, sólo se sienten amenazados.
Mejorar
las condiciones empresariales redundará en más rendimiento, si es que lo
quieren tasar únicamente en términos de dinero.
Las
mejoras tecnológicas aliviarán y facilitarán el trabajo de los empleados pero a
la vez mejorarán los números al final de la gestión.
Recuerde:
¡El cambio también es rentable!
Transformar
el modelo de gestión de personal y de producción se traducirá en más
productividad y competitividad. Si no lo hace usted se quedará produciendo 100
mientras sus competidores producen 500 o mil. Así de sencillo es el asunto.
En pocas
palabras, cambiar también le conviene a usted.
Si usted
se alinea con las necesidades de su personal, este se alineará con los
objetivos de su empresa. Es una relación ganar-ganar.
Personas y
máquinas no son iguales y creer que la segunda es más importante es un grave
error. Mauro Libi Crestani
Su
personal es su más grande y valioso activo.
Invertir
en prácticas saludables para los trabajadores se traduce en bienestar para
ellos, pero también para la empresa, para usted, para el entorno.
Recuerde,
sólo gana quien tiene salud. Mauro Libi
Crestani
Sigueme @maurolibi12
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