Con el
objetivo de ofrecer cobijo, apoyo y amor a la infancia abandonada se creó la Fundación Casa Hogar "Al Fin" ubicada en la populosa
parroquia Caraballeda, donde actualmente se encuentran albergados 30 niños
entre edades comprendidas entre 1 y 20 años.
Casa
Hogar "Al Fin" es un lugar lleno de amor y
esperanza para los niños y adolescentes y tiene como meta diaria hacer que esos
pequeños reciban el cuidado y la atención familiar a sus huéspedes. Esta
fundación sin fines de lucro, fue creada por iniciativa del empresario venezolano, Mauro Libi Crestani y
su familia para dar respuesta a su inquietud por proteger y atender a los niños
con problemas familiares.
Mauro
Libi Crestani se ha dedicado desde su creación a dotar a la
fundación de todo lo necesario para que los niños y adolescentes en situación
de abandono, orfandad o de desprotección
familiar conozcan y se sientan en un ambiente lo más parecido a un hogar con
una familia que los ama y los ayuda a lograr sus propósitos de vida.
La Fundación Casa Hogar al Fin, informa Mauro Libi, está dirigida por la psicóloga María Elena Marcano y cuentan con un equipo interdisciplinario para cubrir sus necesidades.
Nuestra
intención es crearles valores y que lleven una vida normal, asegura su
fundador, Mauro Libi Crestani.
En esta fundación, se reciben los menores bajo una medida legal de protección, cuando un tribunal determina que no pueden vivir en sus hogares, ni ser asistidos en sus derechos y garantías.
Los niños acuden a la escuela, reciben ayuda para sus tareas y actividades extracurriculares y se divierten, siempre bajo la supervisión de un equipo de profesionales integrado por psicólogos, administradores y trabajadores sociales que vigilan el entorno de donde provienen los menores.
La Casa
funciona en Caraballeda, estado Vargas,
y abrió sus puertas el primero de noviembre de 2005.
A los
niños se les garantizan sus derechos y desarrollo integral y se les proporciona
evaluación médica, odontológica, oftalmológica, nutricional, psiquiátrica,
psicológica, social y pedagógica.
También
se satisfacen sus necesidades de vestimenta y calzado, así como su
incorporación al sistema educativo formal. El centro también se encarga de
gestionar la documentación legal de los menores, y promueve el fortalecimiento
de vínculos con el grupo familiar, ya sea este el de origen, extendido o
sustituto.
Una de
las metas es ampliar su sede actual para poder atender hasta 70 niños.
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