Por Mauro Libi Crestani. La idea de alcanzar el éxito de manera rápida como la espuma llega arriba de la copa es equivocada. El éxito se logra con trabajo diario, con esfuerzo continuo, con perseverancia que es ese sentimiento que sirve de motor para seguir adelante a pesar de los obstáculos, del cansancio, de las dificultades, de los fracasos, del desánimo, del aburrimiento o de los inmensos deseos de rendirse y comenzar otra nueva meta sin haber logrado concretar la que nos propusimos.
La clave de la gente exitosa es que su actitud es positiva y su acción perseverante termina lo que ha empezado, vuelve a intentarlo tras un fracaso inicial, mientras que el lado contrario, las personas que carecen de la perseverancia y de intenciones de lograr el éxito basado en el trabajo, solo quieren lo fácil, toman los atajos, pierden el interés y abandonan las metas cuando aparecen las primeras dificultades.
La perseverancia es algo que suele ser admirado por los demás. Quién no sintió admiración por aquella corredora que, a pesar de estar exhausta, sin apenas poder moverse, siguió hasta cruzar la línea de meta, demostrando así un gran espíritu de lucha y superación.
Hay que insistir en seguir la carrera, en superar las dificultades que se presentan en el camino al éxito. El fracaso es parte del éxito y solo las personas que son perseverantes requiere vencer esta tendencia a abandonar. Por Mauro Libi Crestani.
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