Por Mauro
Libi. Tal como lo hemos dicho en varias oportunidades, la Fundación Casa Hogar Al Fin es nuestro sueño
hecho realidad y nuestra inspiración para seguir trabajando por el cambio
positivo en la sociedad venezolana. Con el apoyo de todos se puede cambiar la
vida de muchos niños del país.
Nuestra
empresa Inproceca, con su marca
líder Avelina sigue impulsando los
programas de formación de defensores de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, como parte del Programa de Fortalecimiento y acompañamiento que se
desarrolla con la Alcaldía del Municipio Vargas, en el estado del mismo nombre.
La
formación de defensores, así como la creación y sostenimiento de la Fundación “Casa Hogar al Fin”, y la creación del
programa “Mi Avena”, son los tres
pilares de la RSE que ejecuta Inproceca, teniendo como centro el sano
desarrollo de niños, niñas y adolescentes.
La Industria Procesadora de Cereales
(Inproceca), a través de su marca Avelina,
hizo entrega de certificados a 14 personas que se formaron como defensores de los
derechos del niño, niña y adolescente, como parte del programa de
Fortalecimiento y acompañamiento que se desarrolla en alianza con la Alcaldía
del Municipio Vargas, en el estado del mismo nombre.
Los
defensores certificados participaron en 4 talleres dictados por Inproceca, que incluyeron temas como
los derechos de los niños, niñas y adolescentes; la responsabilidad penal del
adolescente; la estructura y funcionamiento del Sistema de Protección del niño;
y los derechos de la mujer así como los procedimientos que se deben seguir para
atender y orientar a las mujeres víctimas de violencia.
Estamos
satisfechos que una vez más en Inproceca
podemos demostrar que nuestra empresa está casada con el país y creemos en que
los problemas sociales deben y pueden ser superados si Gobierno, empresa y
sociedad actuamos juntos, como uno sólo, asumiendo responsabilidades no sólo de
generación de riqueza si no de apoyo a nuestras comunidades, a las poblaciones
vulnerables que tanto necesitan de todos, a los niños, a las madres y a todos
aquellos que requieran un apoyo extra
El acto de
entrega de certificados también sirvió de marco para que la empresa realizará
una donación de materiales de oficina para la sede del Servicio de Protección
del Niño, niña y adolescente del Municipio, a fin de apoyar y contribuir con la
calidad del servicio público que se presta en esta instancia.
Tres programas de RSE para apoyar a
los niños
Para esta
actividad, la empresa escogió la sede de la Fundación “Casa Hogar al Fin”, ubicada en Caraballeda, un espacio
creado por Inproceca para dar cobijo
y protección a niños varones en situación de riesgo, desde los 0 hasta 17 años
de edad o más, pues la Fundación ha asumido el compromiso de acompañar la
formación de los jóvenes, incluso a nivel universitario, hasta lograr su
independencia sostenible.
La
Fundación, junto a las acciones para el fortalecimiento del Servicio de
Protección del niño, niña y adolescente, son dos de los tres pilares de Responsabilidad Social Empresarial que
adelanta Inproceca, a través de su
marca Avelina, todas enmarcadas
dentro de compromiso asumido con los niños.
La tercera
iniciativa, de más reciente data, lo constituye el programa de Alimentación
Escolar “Mi Avena, iniciado a
principios de 2016 con las escuelas estadales de Guatire en Miranda, con el
propósito de proveer a los niños de una comida a base de avena a través de la
donación del producto a las escuelas, previa capacitación a las madres
procesadoras y docentes, que incluye información acerca de la correcta
nutrición. Asimismo, y previo a la dotación de la avena para la preparación de
los menúes diarios, gracias a este programa los niños son medidos y pesados
para tener un diagnóstico de su situación nutricional, a fin de poder trabajar
puntualmente sobre aquellos casos identificados como “malnutridos”, bien sea
por desnutrición o por obesidad.
Actualmente,
este programa beneficia a 3 mil niños de
Guatire y 200 madres procesadora
de alimentos.
Los cambios que se están produciendo a nivel mundial y local
nos llevan a valorar el interés por lo colectivo, lo que indica que aquellas
empresas que responden única y exclusivamente ante sus
accionistas por el cumplimiento de su razón de ser pueden quedar
rezagadas en la vorágine de cambio que se vive en estos momentos. 
En la actualidad no basta con ser más productivos,
hablar de crecimiento o enfocarse en la generación de riqueza, ni siquiera
destinar un presupuesto a obras de filantropía, sino que hay que ir más allá,
buscar soluciones reales para responder con efectividad a las
necesidades sociales que cada día son más graves. 
